Se dice del ensayo que es un género hibrido, que deambula entre dos mundos, cuando menos, pues no es de aquí, ni de allá (Skirius, 2004). Es una forma plástica, a la cual pueden definírsele ciertas fronteras pero es difícil circundarlo por completo. El ensayo es más bien el resultado de un juego en el laboratorio donde los géneros se funden sin empacho alguno. Esta vaguedad del género mismo es lo que lo vuelve tan variado como huidizo a cualquier definición, pese a esto, valdrá la pena hacer un intento más: he aquí el nuestro.

La raíz del término ensayo tiene dos etimologías, por el lado joven se adjudica al francés essai, palabra cuyo significado es el de prueba o tentativa (Gómez, 1999); por el otro lado se recuerda que viene del latín exagium que significa peso o la acción de pesar (González, 2002) (Skirius, 2004). Así el ensayo puede considerarse como un intento de sopesar algo, esto es, una meditación tentativa acerca de un tema, más que un estudio exhaustivo (Argudín y Luna, 2005).

Como ya se dijo la definición del ensayo es en suma ambigua. Hay quien dice que es la expresión subjetiva acerca de un tema dado (Argudín y Luna, 2005); en contra parte se pensó en algún tiempo que su propósito era la búsqueda de la objetividad, como en el caso de los ensayistas ingleses Bacon y Locke (Skirius, 2004). Sin embargo, es la primera de estas perspectivas la que ha predominado actualmente debido a que la forma en la que se presenta el ensayo es la de una visión personal, aun cuando su fin sea la objetividad del tema o la mera exposición de la experiencia del autor (Skirius, 2004). De este modo, aun cuando sus pretensiones puedan ser varias, el ensayo parte de los intereses e ideas del autor para abordar un tema de una forma inusual u original, la cual incita al lector a cuestionarse, más que simplemente proporcionar una serie de demostraciones y verdades invariables (Argudín y Luna, 2005).

Bajo esta perspectiva, los ensayos pueden agruparse en distintos grupos, como lo hace Argudín (2005, pp. 211):

  • Ensayo expositivo o informativo: sus temas son políticos, religiosos, históricos, jurídicos, económicos, etc. Señala distintos aspectos que forman una totalidad. Su propósito es informar.
  • Ensayo argumentativo: enjuicia y reflexiona con profundidad cualquier tema. Su propósito es persuadir, sostiene una tesis. (…)
  • Ensayo de creación: textos de carácter literario, cuya temática frecuentemente también es literaria.

Skirius nos propone cuatro motivos por los cuales se escriben ensayos (2004):

  • Ensayos confesionales: el autor pone de manifiesto sus propias reflexiones o experiencias, el lector es invitado a la identificación con el autor.
  • Ensayos persuasivos: el autor argumenta a favor de una idea, defiende una tesis, sin embargo es común encontrar una defensa sustentada más en pasiones y esperanzas, que en razones científicas o filosóficas.
  • Ensayos informativos: el autor se limita a exponer un tema, si bien desde diferentes perspectivas, y desde la suya propia, no intenta más que aclarar el tema al lector.
  • Ensayos de creación artística: el autor hace uso de variados recursos literarios, fijándose más en la forma que en el contenido mismo, aun cuando éste no queda de lado por ello. Su fin es estético.

La argumentación, como se hace evidente, no se encuentra en todos los tipos de ensayo, se centra más bien en el interés de persuadir al lector acerca de una idea, o de una forma de concebir el mundo o alguna de sus partes en concreto. Sin embargo, la argumentación al interior de un ensayo no pretende llegar conclusiones absolutas e inapelables (Argudín y Luna, 2005), ya que éste no es el propósito de esta forma literaria, sino que simplemente se limita estructurar correctamente de las ideas y conceptos para mantener una lógica a través de la cual, y gracias a la cual, la tesis que se defiende resulta sostenida, quedando así justificada y no solamente dejada a las veleidades de la imaginación. El argumento es la estructura de un ensayo de tipo argumentativo o persuasivo, pues sin esta estructura se trataría de un ensayo literario, o meramente informativo. Ya que el ensayo por sí mismo no se sujeta a reglas muy claras ni precisas, la forma que tome depende del propósito que persiga.

[ Taller de Lenguaje y Argumentación / 15 de noviembre de 2009 ]


Referencias:

  • Argudín,Yolanda y Luna, María, (2005). Aprende a pensar escribiendo bien, Editorial Trillas, México, pp. 199-218.
  • Gomez de Silva, Guido, (1999).Diccionario Internacional de literatura y gramática, FCE, México, pp. 210-211.
  • Gonzales de Gambier, Emma, (2002). Diccionario de terminología literaria, Editorial Síntesis, España, p. 137.
  • Kabalen, Donna Marie y de Sánchez, Margarita A., (2006). Lectura, análisis crítico y desarrollo de ensayos, Editorial Trillas, México, pp. 78-79.
  • Skirius, John, (2004) Este centauro de los generos. El ensayo hispanoamericano del siglo XX, FCE, México, pp. 9-30.

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